En la antigüedad las historias de amor reflejaban dependencia afectiva,
tal como describe la vida de Cleopatra y Marco Antonio, así como también la
historia de la Reina Victoria y el Príncipe Albert que formaron parte de la
época antigua.
- Cleopatra y Marco Antonio
Esta historia se pudo encontrar en
muchos libros logrando derribar el imperio Romano. Egipto y Roma, ambas
naciones estaban unidos en una apasionante historia de infidelidades, luchas de
poder y sobre todo tragedia y drama. Esta estuvo marcada en todo momento por
las luchas de poder y conflictos políticos de Roma.
Estatuas de Cleopatra y Marco Antonio. |
En este contexto, no puede
ser sino una trágica historia de amor. Marco Antonio puso por encima todo el
amor de Cleopatra, mientras que su prioridad nunca se desvanecía, quería tener
a toda medida el poder y control total de Egipto. Aunque al final refleja una
dependencia afectiva por Marco Antonio.
Como era de esperarse el
final de estos amantes fue muy dramático y trágico, llevando de la mano una
derrota bélica unida a un malentendido mortal. Tras perder la guerra con
Octavio, Marco Antonio recibe la falsa noticia de que Cleopatra estaba muerta,
esto le llevó a tomar una mala decisión en su vida.
Tiempo después, Cleopatra se
había dado cuenta del gran error que había cometido, haber planificado la
muerte de Marco Antonio con Octavio, teniendo como resultado una total traición,
por ello decide darle final a su vida con el envenenamiento:
“Antes
de que el llegará y acabara con la vida de la reina, ella misma se quitó la vida por la mordedura de un áspid. Así
terminó una de las historias de amor más trágicas de la historia antigua”.[1]
- La Reina Victoria y el Príncipe Albert
Otra
historia que podemos analizar, es la lucha constante emocional que tuvo hasta
su muerte la Reina Victoria por 40 años, dado a la pérdida de su Príncipe Albert en el año 1861.
La reina Victoria y el príncipe Albert en su
trono de la realeza de Inglaterra.
Desde
entonces, todos los días de su vida vestía de luto, mandó pintar la herrería de
Londres de color negro en señal de luto y pasó el resto de su reinado en
relativa reclusión.
Cuando
murió en 1901, la enterraron en mausoleo junto a su amado con la siguiente
leyenda:
“Adiós mi más amado, por fin voy a
descansar aquí contigo, contigo en Cristo me levantaré de nuevo.”[2]
Cómo
podemos observar, no es el único comportamiento que refleja una total
dependencia a su ser amado, que no le permite aceptar la realidad, vivir en el
recuerdo, aferrarse a alguien que ya no existía, limitándose a una vida oscura
e insana, privándose a pasar nuevas experiencias con el crecimiento de sus
hijos, pero todo eso se lo llevó la depresión y la oculta luz de su amor
afectivo.
En
medio de su oscura y apagada vida decidió continuar escribiendo sus diarios,
dando un total de 141 volúmenes en 43.000 hojas, historias custodiadas en la
actualidad por los archivos reales.
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Diarios
privados de la reina Victoria de Inglaterra.
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[1]
“Grandes amores de la historia y mitología” Extraída el 27/01/2015 desde http://es.slideshare.net/teresalopezvicente/grandes-amores-de-la-historia-y-la-mitologa.
[2] PAU – Literatura Universal (2013, Noviembre 5) “La reina Victoria y su príncipe Albert”. En Blog colaborativo de recursos multimedia. Extraída el 27/01/2015 desde http://blog.educastur.es/paulun/page/2/.
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